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El papa Francisco mete las manos por el Rugby.

El papa Francisco recibió el viernes pasado en audiencia a las selecciones de rugby de Argentina e Italia, que este sábado disputaron un partido amistoso dentro de las gira de los equipos del hemisferio sur por Europa, y la ocasión sirvió al pontífice para elogiar un deporte "duro", pero "de gran lealtad y respeto".

"El rugby es un deporte muy simpático y os explico que lo veo así porque es duro, hay mucho contacto físico, pero no hay violencia sino gran lealtad y respeto", dijo el papa en su discurso a los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores de Argentina e Italia.
El papa argentino, amante sobre todo del fútbol, pero también del deporte en general, añadió que el rugby "es muy duro. No es un paseo y por ello pienso que es útil para dar carácter y fuerza de voluntad".

A ambos equipos, a los que recibió en la sala Clementina del Vaticano, el que fuera arzobispo de Buenos Aires les enfatizó cómo este deporte es una representación del "equilibrio entre el grupo y el individuo" ya que hay acciones en las que participa todo el equipo como los "famosas scrum" de las que aseveró que "impresionan", pero también acciones individuales.

"En el rugby se corre hacia la meta. Esta es una palabra muy hermosa que nos hace pensar en la vida. Porque toda nuestra vida también va hacia una meta y esta búsqueda es dura, nos pide lucha y compromiso, pero lo importante es no correr solos", agregó el pontífice.
A los jugadores, el papa les pidió que recen por él y les aseguró que él y sus colaboradores "forman una buen equipo".

Además, los capitanes de los 'Pumas' y de la selección 'azzurra', Juan Manuel Leguizamon y Sergio Parise, respectivamente, entregaron al papa Francisco, además de camisetas, una planta de olivo, que será plantado simbólicamente antes del encuentro en el estadio Olímpico de Roma y después será trasladada a los jardines vaticanos.

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